(Pregunta Anónima) Los datos de las naves se transmiten en forma de ondas electromagnéticas es decir, la señal viaja a la velocidad de la luz o casi a 300 mil kilómetros por segundo. Por ejemplo, desde las naves o módulos que están en la superficie de nuestra la luna o que la orbitan, la transmisión demora poco más de un segundo, pues la señal debe recorrer unos 400 mil kilómetros. Sin embargo, las naves interplanetarias están normalmente a muchos millones de kilómetros y los tiempos de transmisión son mucho más largos. En el caso de las naves que orbitan Marte, la información puede tardar de 3 a 22 minutos, según la posición relativa entre la Tierra y Marte, y en el caso de naves como los Voyager que se encuentran más allá de los límites del sistema solar, la transmisión puede tardar de 18 a 22 horas.
(Pregunta Karime Tapia, radioaficionada de Puebla) Las ondas de radio emitidas desde la superficie de la Tierra logran su mayor alcance al reflejarse en la capa superior de la atmósfera llamada ionosfera. La reflexión y el alcance son afectados por las propiedades y la altura de la ionosfera que varian durante el día y se deben, en gran medida, a la radiación solar ultravioleta que esta absorbe. Sin embargo, también contribuye el flujo de partículas que vienen del Sol (o viento solar) que puede perturbar al campo magnético de la Tierra y alterar las propiedades de la ionosfera.
(Pregunta Atzin Moreno, 11 años) Las lluvias de estrellas son en realidad lluvias de "meteoros" que se producen cuando la Tierra atraviesa las estelas de polvo que dejan los cometas que cruzan su órbita. Cada fragmento que se desintegra al contacto con la atmósfera terrestre es un meteoro y cada lluvia de meteoros se nombra según la constelación que se ve en el fondo. Por ejemplo, las Perséidas parecen originarse en la constelación de Perseo, las Oriónidas en la constelación de Orión, las Leónidas en la constelación de Leo, las Gemínidas en Géminis y las Úrsidas en la Osa Menor.
(Pregunta Camila Ruíz, 13 años) Sí, por ejemplo, además de la Tierra, se han observado auroras polares en todos los planetas con campo magnético y atmósfera. Las más espectaculares son las de Júpiter y Saturno.
(Pregunta
Martina Pérez, 16 años) Marte tiene agua en forma de hielo en sus
polos. También tiene agua congelada atrapada en su suelo y
probablemente también tenga lagos subterráneos de agua líquida.
Puedes descubrir
más AQUÍ
(Pregunta Jacinto Carcari:) Son cuatro los volcanes en los que se observa agua en forma de escarcha, entre ellos, el Monte Olimpo que tiene una altura de 21.9 km (más del doble del Everest). Esto es posible porque existe agua (aunque poca), en forma cristales de hielo y vapor, en la atmósfera marciana. Parte de este vapor de agua puede quedar atrapado en los cráteres. Durante la noche y madrugada marcianas éstos quedan aislados de la luz directa del Sol, el vapor de agua puede depositarse como escarcha (se dice que se 'desublima'). En las mañanas marcianas, cuando este hielo es iluminado por la radiación solar se sublima (pasa del estado sólido al gaseoso) nuevamente. Hay que decir que la atmósfera de Marte es cien veces más delgada que la terrestre y la cantidad de agua en ella es insignificante en comparación con la Tierra.
(Pregunta Yenni D.) En particular, poco antes y poco después de la totalidad del eclipse, el cielo podría estar suficientemente 'oscuro' para permitir ver a este cometa. Unos binoculares podrían facilitar la observación, cuidando de no apuntalos hacia el Sol. Para observarlo colóquese mirando inicialmente hacia el sur. Mire hacia arriba, por seguridad, tapando el Sol con su mano. El cometa se verá como un punto debil y difuso a la izquierda del Sol cerca de Júpiter, que a su vez se verá como un punto definido más brillante. Al lado derecho del Sol también podrá verse a Venus. Jupiter, el Sol y Venus se verán alineados a lo largo de una diagonal. El cometa podrá observarse aún varios días después del 8 de abril.
(Pregunta
Anónima) Los plasmas son gases ionizados, es decir, sus
átomos han perdido al menos uno de sus electrones. Para
que esto suceda, se requieren temperaturas de miles de
grados.
En la superficie de la Tierra, o
cerca de ella, estas
temperaturas sólo ocurren en condiciones especiales y
por tiempos muy cortos, como en las tormentas
eléctricas donde
los relámpagos pueden ionizar el aire alrededor de ellos.
Sin embargo, la atmósfera que está por encima
de los 50 km (que llamamos 'ionosfera') está en forma de plasma, pues se ioniza
con la energía UV que absorbe del Sol.
(Pregunta Anónima) En general, los riesgos más evidentes tienen que ver con la radiación y las partículas solares y otras partículas energéticas conocidas como rayos cósmicos, además de la microgravedad. Los efectos dependen de la altura o distancia a la Tierra y del tiempo que los turistas o astronautas pasen en el espacio. La radiación y las partículas pueden afectar los tejidos y los órganos; y la microgravedad por períodos de días o semanas, puede provocar que los músculos se atrofien y que los huesos se descalcifiquen si no se toman medidas, pero hay otros efectos poco estudiados como el debilitamiento del sistema inmunológico y aparentemente, problemas con el funcionamiento del cerebro que pueden afectar la toma de desiciones del astronauta.
(Pregunta Anónima) Todo parece indicar que una tormenta geomagnética de categoría G2 fue la culpable. Estas tormentas son perturbaciones en el campo magnético y ambiente que rodea la Tierra y son producidas por el flujo de partículas energéticas que vienen del Sol o viento solar. El viento solar es continuo, pero variable y, en este caso, un viento solar más intenso produjo una compresión en el campo magnético terrestre y, al mismo tiempo, un aumento en la densidad de la materia que rodea la Tierra, incluída la parte alta de su atmósfera. El aumento en la densidad generó un incremento en la fricción que los satélites experimentaron. El impulso que llevaban estos 40 satélites no contaba con esta fricción extra y no fue suficiente para llevarlos a la órbita planeada. Debido a esto, los satélites perdieron altura y se desintegraron en la atmósfera.
(Pregunta Anónima) Los datos de las naves se transmiten en forma de ondas electromagnéticas es decir, la señal viaja a la velocidad de la luz o casi a 300 mil kilómetros por segundo. Por ejemplo, desde las naves o módulos que están en la superficie de nuestra la luna o que la orbitan, la transmisión demora poco más de un segundo, pues la señal debe recorrer unos 400 mil kilómetros. Sin embargo, las naves interplanetarias están normalmente a muchos millones de kilómetros y los tiempos de transmisión son mucho más largos. En el caso de las naves que orbitan Marte, la información puede tardar de 3 a 22 minutos, según la posición relativa entre la Tierra y Marte, y en el caso de naves como los Voyager que se encuentran más allá de los límites del sistema solar, la transmisión puede tardar de 18 a 22 horas.
(Pregunta Karime Tapia, radioaficionada de Puebla) Las ondas de radio emitidas desde la superficie de la Tierra logran su mayor alcance al reflejarse en la capa superior de la atmósfera llamada ionosfera. La reflexión y el alcance son afectados por las propiedades y la altura de la ionosfera que varian durante el día y se deben, en gran medida, a la radiación solar ultravioleta que esta absorbe. Sin embargo, también contribuye el flujo de partículas que vienen del Sol (o viento solar) que puede perturbar al campo magnético de la Tierra y alterar las propiedades de la ionosfera.
(Pregunta Atzin Moreno, 11 años) Las lluvias de estrellas son en realidad lluvias de "meteoros" que se producen cuando la Tierra atraviesa las estelas de polvo que dejan los cometas que cruzan su órbita. Cada fragmento que se desintegra al contacto con la atmósfera terrestre es un meteoro y cada lluvia de meteoros se nombra según la constelación que se ve en el fondo. Por ejemplo, las Perséidas parecen originarse en la constelación de Perseo, las Oriónidas en la constelación de Orión, las Leónidas en la constelación de Leo, las Gemínidas en Géminis y las Úrsidas en la Osa Menor.
(Pregunta Camila Ruíz, 13 años) Sí, por ejemplo, además de la Tierra, se han observado auroras polares en todos los planetas con campo magnético y atmósfera. Las más espectaculares son las de Júpiter y Saturno.
(Pregunta
Martina Pérez, 16 años) Marte tiene agua en forma de hielo en sus
polos. También tiene agua congelada atrapada en su suelo y
probablemente también tenga lagos subterráneos de agua líquida.
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(Pregunta Jacinto Carcari:) Son cuatro los volcanes en los que se observa agua en forma de escarcha, entre ellos, el Monte Olimpo que tiene una altura de 21.9 km (más del doble del Everest). Esto es posible porque existe agua (aunque poca), en forma cristales de hielo y vapor, en la atmósfera marciana. Parte de este vapor de agua puede quedar atrapado en los cráteres. Durante la noche y madrugada marcianas éstos quedan aislados de la luz directa del Sol, el vapor de agua puede depositarse como escarcha (se dice que se 'desublima'). En las mañanas marcianas, cuando este hielo es iluminado por la radiación solar se sublima (pasa del estado sólido al gaseoso) nuevamente. Hay que decir que la atmósfera de Marte es cien veces más delgada que la terrestre y la cantidad de agua en ella es insignificante en comparación con la Tierra.
(Pregunta Yenni D.) En particular, poco antes y poco después de la totalidad del eclipse, el cielo podría estar suficientemente 'oscuro' para permitir ver a este cometa. Unos binoculares podrían facilitar la observación, cuidando de no apuntalos hacia el Sol. Para observarlo colóquese mirando inicialmente hacia el sur. Mire hacia arriba, por seguridad, tapando el Sol con su mano. El cometa se verá como un punto debil y difuso a la izquierda del Sol cerca de Júpiter, que a su vez se verá como un punto definido más brillante. Al lado derecho del Sol también podrá verse a Venus. Jupiter, el Sol y Venus se verán alineados a lo largo de una diagonal. El cometa podrá observarse aún varios días después del 8 de abril.
(Pregunta
Anónima) Los plasmas son gases ionizados, es decir, sus
átomos han perdido al menos uno de sus electrones. Para
que esto suceda, se requieren temperaturas de miles de
grados.
En la superficie de la Tierra, o
cerca de ella, estas
temperaturas sólo ocurren en condiciones especiales y
por tiempos muy cortos, como en las tormentas
eléctricas donde
los relámpagos pueden ionizar el aire alrededor de ellos.
Sin embargo, la atmósfera que está por encima
de los 50 km (que llamamos 'ionosfera') está en forma de plasma, pues se ioniza
con la energía UV que absorbe del Sol.
(Pregunta Anónima) En general, los riesgos más evidentes tienen que ver con la radiación y las partículas solares y otras partículas energéticas conocidas como rayos cósmicos, además de la microgravedad. Los efectos dependen de la altura o distancia a la Tierra y del tiempo que los turistas o astronautas pasen en el espacio. La radiación y las partículas pueden afectar los tejidos y los órganos; y la microgravedad por períodos de días o semanas, puede provocar que los músculos se atrofien y que los huesos se descalcifiquen si no se toman medidas, pero hay otros efectos poco estudiados como el debilitamiento del sistema inmunológico y aparentemente, problemas con el funcionamiento del cerebro que pueden afectar la toma de desiciones del astronauta.
(Pregunta Anónima) Todo parece indicar que una tormenta geomagnética de categoría G2 fue la culpable. Estas tormentas son perturbaciones en el campo magnético y ambiente que rodea la Tierra y son producidas por el flujo de partículas energéticas que vienen del Sol o viento solar. El viento solar es continuo, pero variable y, en este caso, un viento solar más intenso produjo una compresión en el campo magnético terrestre y, al mismo tiempo, un aumento en la densidad de la materia que rodea la Tierra, incluída la parte alta de su atmósfera. El aumento en la densidad generó un incremento en la fricción que los satélites experimentaron. El impulso que llevaban estos 40 satélites no contaba con esta fricción extra y no fue suficiente para llevarlos a la órbita planeada. Debido a esto, los satélites perdieron altura y se desintegraron en la atmósfera.