Los rayos cósmicos (RC) son, en su mayoría, protones y núcleos de otros elementos más pesados, acelerados a velocidades muy grandes en eventos violentos del universo, como las explosiones de supernovas. La mayor parte de los RC tienen carga eléctrica y por lo tanto, cuando se encuentran con un campo magnético, como el de la Tierra, son desviados de su trayectoria original y se pierde la posibilidad de saber en dónde tuvieron su origen, aunque pueden conservar información del campo con el que interactuaron.
Uno de los observatorios de rayos cósmicos más grandes del mundo se
encuentra en operación desde el año 2015 en el
Volcán Sierra Negra en el estado de Puebla,
cerca del Pico de Orizaba, a una altura de 4100
m sobre el nivel del mar. Por su ubicación y por
que utiliza la llamada “luz Cherenkov” para
detectar partículas extremadamente rápidas,
también conocidas como relativistas, el
observatorio se llama HAWC (High-Altitude Water
Cherenkov Gamma-Ray Observatory ). La luz Cherenkov es producida por
las partículas relativistas cuando entran a los
tanques de agua del observatorio (que además contienen a los detectores) viajando más rápido de lo que viaja la luz en el agua.
Las observaciones de HAWC pueden ser usadas para explorar los campos
magnéticos del Sol y del medio
interplanetario. En particular, en octubre del
2016 se observó un incremento en el número de
RC. Una minuciosa investigación reveló que se
trataba de los RC desviados por el campo
magnético con forma helicoidal transportado por
una eyección de masa coronal (EMCI) a
través del espacio interplanetario. Estas
EMCI se originan en poderosas explosiones en
la capa más externa del Sol llamada la corona.
Esta observación permitió resolver un enigma que desde hace décadas permanecía sin resolverse: ¿Qué tanto cambia el flujo de los RC durante algunos eventos solares?
Pero algo más importante, la observación abrió la puerta a una nueva
rama de investigación en la que se pueden usar los RC para investigar la morfología e intensidad de los campos magnéticos que
viajan por el medio interplanetario.