PRESENTACIÓN

Las actividades del Departamento de Geomagnetismo y Exploración son marcadamente interdisciplinarias, lo cual se refleja en la variada formación profesional de su personal, en las diversas líneas de investigación que se siguen y en las estrechas relaciones que se tienen con otros grupos dedicados al estudio de Ciencias de la Tierra
Este departamento se inició con la unión de dos grupos con evolución previa independiente: "Paleomagnetismo y Geofísica Nuclear" y "Geomagnetismo", posteriormente fue creciendo con la unión de grupos dedicados a Exploración Geofísica y el nacimiento de los grupos de Geoquímica y Estudios Paleoambientales.
Las principales disciplinas de investigación son exploración geofísica, Geomagnetismo, Geoquímica, Paleomagnetismo, Tectonofísica, estudios paleomabientales y del Cuaternario, sensores remotos y Geodesia satelital. Muchas de las líneas de investigación se destacan por tratar temas de frontera o debate científico o bien por su potencial impacto en la sociedad. Una de tales líneas de investigación de gran importancia es por ejemplo el estudio del cráter de impacto de Chixchulub, cerca de la límite Cretácico-Terciario, asociado a la gran extinción en la biosfera sucedida en este tiempo.
Entre la infraestructura del departamento destaca el Observatorio Magnético de Teoloyucan en funcionamiento desde 1914 y el Laboratorio de Paleomagnetismo, el primero en desarrollarse en México y Latinoamérica. También resalta el Laboratorio de Isótopos Pesados, parte fundamental del LUGIS (Laboratorio Universitario de Geoquímica Isotópica, cuyo conjunto de laboratorios se comparten con el Instituto de Geología), así como el Laboratorio "ICP" para elementos traza y ultra traza, ambos laboratorios con los más modernos equipos de espectrometría de masas.
Entre la infraestructura de más reciente desarrollo se encuentran el Laboratorio de Cartografía Digital (Cardi) que opera redes de estaciones GPS en volcanes activos y otras zonas de interés por sus implicaciones de riesgo geológico, así como también el Laboratorio de Paleolimnología, parte central de los estudios paleomabientales y del Cuaternario, uno de cuyos principales objetivos es la documentación del cambio climático global en el pasado reciente.